Bajo tu sombra

…En aquellos tiempos en los que paseaba con la libertad en mi mano derecha y sentía el viento que soplaba en dirección Sur de mi cuerpo. Existía ese tic-tac del que tanto me llegué a preocupar. Amaba correr desnuda en aquellas madrugadas, sintiendo las gotas de aquellas lluvias dulces que pronto se volvían amargas. Un día amaneció y dejé de sentir la vida como lo estaba viviendo, entonces, me di cuenta qué vivía bajo tu sombra. Agarraste mi mano izquierda y me llevaste al Norte. Pusiste un reloj en mi mano derecha, dijiste que el tiempo era efímero. Implantaste en mí esas ideas tan absurdas… tan descabelladas e insignificantes. Navegaste hasta el fondo, destruyendo todo a tu paso. Y yo… yo me quedé bajo tu sombra.

Noviembre 1887.

Patria; llamado así al cuerpo que reside aquí.
La inclinación melódica cuando susurro tu nombre sobre el mar.
Llegaste a olvidar con dignidad aquel beso en la arena y se me cubre el cuerpo de nostalgia, amor.
Con la poca cordura que me queda, pendiendo de un hilo y anestesiada, miro al cielo y encuentro el pasado.
¿Quién corre hoy con tu cuerpo?
¿Por qué ya no puedo mirar hacia otra dirección?
Eras, pues, quién debía restaurar el orden. Sin embargo, tu talento de hacer valer las pequeñas cosas, fue épico.
Razonamiento por el cuál llego a una conclusión; entre tanta multitud; mi preciosa princesa: naturalmente mi corazón por siempre te pertenecerá.